Hace poco celebramos el Día Internacional de la Mujer, una celebración mundial cuyo objetivo es inspirar a las mujeres de países de todo el mundo. La tradición comenzó con el primer Día Nacional de la Mujer, el 8 deth de marzo en 1909 y sus raíces se remontan a la campaña por la mejora salarial y el derecho al voto.
No obstante, los informes muestran que, aunque cada vez más empresas presentan informes de RSE cada año, la falta de transparencia en materia de igualdad de género en el lugar de trabajo sigue siendo preocupante. Hoy en día, las mujeres superan a los hombres en los estudios y se incorporan cada vez más al mercado laboral, pero siguen sin alcanzar puestos directivos, a pesar de estar cualificadas para ello. Muchos gobiernos han intervenido para regular la cuestión. Por ejemplo, Noruega exige que el 40% de los consejeros sean mujeres, mientras que en EE.UU. las empresas públicas deben revelar si sus comités de nombramientos tienen en cuenta la diversidad a la hora de seleccionar consejeros y cómo lo hacen.
La igualdad de género aumenta la productividad
Cerrar la brecha de género en los puestos de dirección y gobierno realmente se correlaciona con una mayor productividad tanto a nivel empresarial como nacional. Sin embargo, a pesar de los datos cada vez más numerosos que demuestran los beneficios del "toque femenino" en el gobierno corporativo, casi 85% de puestos en consejos de administración de empresas Fortune 500 siguen perteneciendo a los hombres.
Igualdad de género en los informes de RSE
Los informes de RSE reconocen a las empresas con iniciativas y esfuerzos que van más allá de los requisitos legales. Incluir el género en los informes de RSE permite hacer un seguimiento de avances en igualdad de género por empresa, sector y país. El Global Reporting Institute ofrece directrices para las empresas que empiecen a hacer un seguimiento de sus iniciativas relacionadas con el género y a informar al respecto.
Ha llegado el momento de ir más allá del mero reconocimiento del valor que aportan las mujeres a la gobernanza empresarial. Es hora de derribar el techo de cristal, cerrar la brecha de género y hacer realidad los beneficios de la igualdad de género para los sectores público y privado.