Aumento de la presión climática, fragilidad de los sistemas sanitarios
Una atención sanitaria resistente al cambio climático se perfila como una de las prioridades más urgentes de nuestro tiempo. A medida que aumentan las inundaciones, las olas de calor y los brotes de enfermedades, los sistemas sanitarios de todo el mundo se esfuerzan por seguir el ritmo. Los hospitales se enfrentan a cortes de electricidad durante las tormentas, las cadenas de suministro de medicamentos se tambalean y el personal sanitario de primera línea está al límite de sus posibilidades. En todos los continentes, la crisis climática está demostrando una verdad fundamental: un planeta sano y una población sana son inseparables.
Como profesionales de la sostenibilidad, vemos que hoy en día los sistemas sanitarios resistentes al clima ya no se limitan a tratar enfermedades, sino que tienen que ver con la prevención, la preparación y la adaptación. Las principales organizaciones están reconociendo que proteger la salud ahora significa construir sistemas lo suficientemente fuertes como para resistir las perturbaciones climáticas.
Impulso mundial: Sistemas sanitarios en un mundo en calentamiento
En Organización Mundial de la Salud (OMS) informa de que más de 100 Estados miembros se han comprometido a establecer marcos sanitarios resilientes al cambio climático, impulsando sistemas sanitarios con bajas emisiones de carbono en todo el mundo. Estos compromisos pretenden reforzar la gobernanza, mejorar los sistemas de alerta temprana y acelerar la transición hacia energías limpias en hospitales y clínicas.
Mientras tanto, investigación publicada en The Lancet Public Health (2025) introduce el concepto de "salud pública climáticamente inteligente". Este modelo emergente vincula datos climáticos en tiempo real, vigilancia de enfermedades y mecanismos de respuesta rápida para prever y mitigar los riesgos sanitarios antes de que se desencadenen las crisis.
A revisión del alcance en BMC Salud Pública añade otra perspectiva, destacando tanto los logros como los obstáculos en la adaptación al clima. El estudio concluye que los avances siguen siendo desiguales debido a la escasez de fondos, la fragmentación de la gobernanza y la ausencia de una integración sistemática de los riesgos climáticos. Sus autores piden una "enfoque integral del sistema" que alinea la sostenibilidad medioambiental con la reforma institucional.
En conjunto, estas conclusiones refuerzan un único imperativo: los sistemas sanitarios deben soportar las perturbaciones climáticas y contribuir activamente a la mitigación y la resiliencia.
La visión de Takeda para una asistencia sanitaria resistente al cambio climático
Pocas empresas ilustran tan claramente esta transformación como Takeda Pharmaceuticalsque ha hecho de la resiliencia climática un pilar central de su Estrategia RSE 2025. Consciente de que el cambio climático repercute directamente en los resultados sanitarios mundiales, Takeda está canalizando la inversión hacia sistemas que garanticen el acceso a la atención sanitaria incluso en situaciones de estrés medioambiental.
En 2025, Los 20.000 empleados de Takeda seleccionó cuatro grandes asociaciones destinadas a reforzar sistemas sanitarios resilientes al clima en 94 países, llegando a más de 53 millones de personas en 2030. Estas iniciativas mejoran la estabilidad de la cadena de suministro, potencian las clínicas locales e implantan soluciones de energía renovable para reducir las emisiones operativas.
En Takako OhyabuDirector de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Takeda, explica, "Las perturbaciones provocadas por el cambio climático amenazan el acceso y la calidad de la atención sanitaria, aumentando las enfermedades, la malnutrición y otras amenazas para la salud, especialmente para las comunidades vulnerables. No hay soluciones rápidas. Por eso adoptamos el mismo enfoque a largo plazo que ha permitido nuestra propia evolución en los últimos 244 años." Al integrar la resiliencia y la innovación con bajas emisiones de carbono en sus operaciones, Takeda establece una referencia de liderazgo empresarial en consonancia con el marco mundial de la OMS.
Un plan para profesionales de la sostenibilidad
En Compromisos de la OMS para 2025 y BMC Salud Pública's Las conclusiones ofrecen orientaciones prácticas para aplicar los principios de una sanidad resistente al cambio climático en las estrategias ESG de las empresas. La resistencia climática debe convertirse en un componente básico de toda estrategia de sostenibilidad.
Los pasos prácticos incluyen:
-
Evaluar el riesgo climático: Identificar la exposición en todas las operaciones y cadenas de suministro utilizando métricas ESG normalizadas.
-
Integrar la gobernanza: Alinear la responsabilidad climática con TCFD y GRI marcos de divulgación.
-
Invertir en infraestructuras con bajas emisiones de carbono: Dar prioridad a las energías renovables, la eficiencia energética y la capacidad de recuperación del agua.
-
Desarrollar la capacidad interna: Impartir formación a los trabajadores sobre la reducción de las emisiones de carbono y la planificación de la adaptación.
Estas acciones van más allá del cumplimiento; crean credibilidad, garantizan la continuidad operativa y demuestran liderazgo en la transformación de la sostenibilidad.
El futuro de una sanidad resistente al cambio climático
El cambio hacia una sanidad climáticamente inteligente es más que un objetivo de salud pública: es un imperativo empresarial. Los estudios demuestran que los sistemas sanitarios resilientes reducen la mortalidad, protegen la estabilidad económica y refuerzan la confianza social durante las crisis.
El enfoque integrado de Takeda demuestra que las empresas pueden desempeñar un papel vital en la aceleración de la adaptación al tiempo que crean valor compartido. A medida que más empresas sigan este camino, la resiliencia climática pasará de ser un objetivo de salud a un principio definitorio del liderazgo en ESG.
Preguntas frecuentes
¿Qué es la sanidad resistente al cambio climático?
Un sistema diseñado para anticiparse, responder y recuperarse de los impactos climáticos, manteniendo al mismo tiempo los servicios sanitarios esenciales, todo ello con unas emisiones de carbono mínimas.
¿Por qué es fundamental en 2025?
Porque las catástrofes y enfermedades relacionadas con el clima van en aumento, amenazando tanto la estabilidad humana como la económica.
¿Cómo pueden contribuir los profesionales de la sostenibilidad?
Integrando la evaluación del riesgo climático, las soluciones con bajas emisiones de carbono y las estrategias de adaptación en sus marcos ESG.
Hora de actuar
La conexión entre clima y salud es ahora innegable y los profesionales de todos los sectores tienen las herramientas para actuar. Aumente sus conocimientos a través del Certificado en línea sobre estrategia de reducción del carbono y el Certificado en línea sobre informes de sostenibilidad (ESG) que ofrece la Academia de Sostenibilidad, y ayudar a dar forma a un futuro resistente al clima para la sanidad mundial. A medida que más organizaciones integren modelos sanitarios resilientes al clima en sus planes de sostenibilidad, ayudarán a redefinir el futuro de la salud pública y la responsabilidad corporativa.