En 2009, el Gobierno de Canadá lanzó su primera Estrategia de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), "Construir la ventaja canadiense: La estrategia canadiense de responsabilidad social corporativa para el sector extractivo internacional canadiense". En él se esbozaba el compromiso de Canadá con la promoción de la RSE, definida como las actividades voluntarias emprendidas por una empresa, más allá de los requisitos legales, para operar de manera sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental.
Canadá refuerza su compromiso de mejorar la capacidad de las empresas canadienses del sector extractivo para integrar la RSC en sus prácticas mediante una Estrategia renovada, basada en la experiencia adquirida desde 2009. La Estrategia deja clara la expectativa del Gobierno de que las empresas canadienses del sector extractivo reflejen los valores canadienses en todas sus actividades en el extranjero. Aunque su principal destinatario son las empresas canadienses del sector extractivo, la Estrategia también pretende ofrecer a un público más general una visión general del enfoque de Canadá para promover e impulsar la RSC en el extranjero. Para los representantes del Gobierno de Canadá, la Estrategia proporciona un marco para orientar sus esfuerzos de promoción de políticas, herramientas y orientaciones de RSC.
La experiencia ha demostrado que, sobre todo en el caso de las empresas del sector extractivo que operan en entornos difíciles, las que van más allá de los requisitos legales básicos para adaptar su planificación y sus operaciones en función de la RSC están mejor posicionadas para tener éxito a largo plazo y contribuir a un entorno más estable y próspero para todas las partes afectadas.
Muchas empresas canadienses del sector extractivo, en particular las de la industria minera, entienden que incorporar prácticas de RSC a sus operaciones contribuye a su éxito. Al hacerlo, las empresas pueden gestionar los riesgos de manera más eficiente y eficaz; fomentar las buenas relaciones con los socios inversores, los empleados y las comunidades circundantes; aumentar el acceso al capital; y mejorar su reputación. La gestión de los riesgos sociales, incluso mediante esfuerzos conscientes por respetar los derechos humanos, es cada vez más importante para el éxito de las empresas en el extranjero.
Sin embargo, la Estrategia de RSC fue criticada por los partidos de la oposición como ineficaz y "desdentada" por su énfasis en las iniciativas voluntarias y de colaboración frente a los mecanismos obligatorios. Tras una revisión de su Estrategia de RSC, el 14 de noviembre de 2014, el Gobierno Federal de Canadá anunció su segunda y "mejorada" Estrategia de RSC rebautizada "Doing Business the Canadian Way: Una estrategia para impulsar la responsabilidad social de las empresas en el sector extractivo de Canadá en el extranjero".
Uno de los principales cambios con respecto a la anterior Estrategia de RSE fue la introducción de consecuencias para el incumplimiento de las normas de RSE y la no participación en los procesos de resolución de conflictos. Además, la nueva Estrategia de RSC añade a su lista de Directrices de RSC aprobadas, los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos (UNGP), un marco internacional de derechos humanos que delinea las expectativas de las empresas para abordar los impactos de sus operaciones en los derechos humanos a nivel internacional; y la Guía de Debida Diligencia de la OCDE para Cadenas de Suministro Responsables de Minerales procedentes de Zonas Afectadas por Conflictos y de Alto Riesgo.
La presencia global de las empresas extractivas canadienses representa una fuerza potencial para el desarrollo responsable de los recursos en todo el mundo. Muchas empresas canadienses están comprometidas con elevadas normas éticas, medioambientales y sociales; de hecho, las asociaciones industriales y las empresas extractivas canadienses han sido reconocidas nacional e internacionalmente por su liderazgo en estas cuestiones.