Tras el Acuerdo de París, los negociadores internacionales sobre el clima se reunieron en Bonn (Alemania) a mediados de noviembre para debatir y comprometerse a mejorar los planes nacionales sobre el clima, reducir las emisiones de CO2 y adoptar alternativas seguras para el clima.
Aún estamos lejos de alcanzar nuestro objetivo, ya que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero siguen aumentando y se prevé que continúen haciéndolo hasta 2030. Sin embargo, se han logrado avances notables: según una nueva investigación del WRI, 49 países ya han alcanzado el máximo de emisioneslo que significa que ahora empezarán a disminuir. Una nueva coalición de países se comprometió a eliminar progresivamente la quema de carbón para 2030 y la Enmienda de Kigali superó el umbral de 20 países para su entrada en vigor, en virtud del cual todos los países han acordado sustituir los hidrofluorocarburos (HFC), potentes gases de efecto invernadero, por alternativas seguras para el clima. Las empresas, ciudades y estados estadounidenses también han respaldado plenamente la acción por el clima, a pesar de la intención declarada de la administración Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París.
Los países tendrán que aportar energía añadida en 2018 para completar las normas del Acuerdo de París y enviar señales claras de que reforzarán la acción en su Contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) para 2020.
Las NDC son compromisos climáticos nuevos o actualizados destinados a ayudar en esta dirección, y cuanto antes reflejen la ambición necesaria para alcanzar los objetivos de París, antes podrán dar la señal para reorientar las inversiones y alejarlas de las tecnologías de altas emisiones.
Las NDC presentan muchas ventajas para las partes que participan en ellas, como considerables beneficios sociales y económicos, ya que pueden alinearse con las metas a largo plazo y las estrategias gubernamentales relacionadas con el clima, el desarrollo y los objetivos económicos. Por ejemplo, existe un gran potencial de sinergias entre la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las NDC. Potenciar las NDC también brinda la oportunidad de implicar a las partes interesadas, reforzar la participación pública y crear apoyo a la acción climática por parte de las empresas y otros agentes no estatales. A nivel nacional, las NDC son un motor esencial para el desarrollo de políticas, la innovación en investigación y desarrollo, y la inversión pública y privada, en consonancia con los objetivos nacionales.
El impulso a la acción por el clima creado en Bonn ha allanado el camino hacia la próxima cumbre sobre el clima que se celebrará en Katowice (Polonia) en 2018. Allí se ultimarán las normas que sustentan el Acuerdo de París y los países podrán señalar sus compromisos para mejorar los planes climáticos nacionales de aquí a 2020.
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